La tierra ha sido a lo largo del tiempo una fuente de recursos vegetales para sus pobladores. La interacción plantas—hombre es muy común en todas las culturas, y desde las primeras civilizaciones, el hombre ha hecho uso de la biodiversidad que ha tenido a su alcance para satisfacer sus necesidades más básicas: alimentarse, curar enfermedades, fabricar utensilios, o incluso utilizarlas en ritos religiosos, mágicos o de brujería.

Por ello en esta área tienen cabida especies provenientes de los más variados lugares del mundo, la mayoría mediterráneas o de regiones con clima mediterráneo. Muchas de ellas contienen los principios activos indispensables para la fabricación de los medicamentos actuales, otras forman parte de nuestra cultura popular porque han sido utilizadas por nuestros antepasados como remedio a sus males.

La vida del hombre depende de las plantas. Cada especie tiene su valor, todas son singulares, únicas. Unas nos son útiles ahora, otras lo pueden ser en el futuro.