El olivo es un árbol perenne de gran longevidad, de hojas simples, coriáceas y lanceoladas que presentan un color verde oscuro en el haz y color grisáceo en el envés. Florece a finales de primavera y sus flores blancas se agrupan en ramilletes. Fructifica entre octubre y enero, y son sus frutos en forma de drupa el motivo por el que se ha cultivado durante miles de años en la cuenca mediterránea. Ester árbol lo encontramos en nuestras islas como cultivar, mientras que la variedad silvestre, conocido como acebuche, lo encontramos naturalmente en zonas cálidas y secas, con reserva hídrica limitada. El acebuche se caracteriza por tener las hojas y los frutos mucho más pequeños.