Este menudo geranio endémico lo podemos ver en flor casi todo el verano y otoño en zonas sombrías de las montañas de Mallorca y Menorca, donde habita desde la orilla del mar hasta 1400 m.
Con frecuencia lo vemos sobre rocas en las que gotea agua y bajo peñas, lugares frescos y sombríos que se lo proporcionan las condiciones idóneas para desarrollarse. Coloniza fácilmente el espacio gracias al rizoma subterráneo grueso y ramificado, dando un aspecto denso a la planta. Las hojas se disponen en roseta basal y son muy pequeñas en comparación con sus flores solitarias, que destacan con la blancura de sus pétalos con una atractiva venación púrpura. Los frutos de esta planta, al igual que otras especies del mismo género, tienen forma de pico que se abra en madurar soltando las semillas.