Acertadamente llamado “claveller de penyal”, este endemismo de Mallorca e Ibiza, vive entre rocas y rendijas de los acantilados buscando las zonas más frescas y sombrías. Lo llamamos “claveller” porque sus hojas así lo recuerdan, aunque no podemos confundirlo ya que sus flores nada tienen que ver con los claveles. Es una planta perenne de tallos leñosos en la base y de hojas a veces algo coriáceas, estrechas y delgadas como las de un clavel. Las flores se disponen en umbela, y son de color amarillo. Los frutos tienen unas costillas aladas pero su dispersión es mayoritariamente por barocoria, es decir, por gravedad. Puede ver las flores y los frutos en detalle en el libro que hemos editado recientemente y que le recomendamos “DIÁSPORES. Fruits i llavors de la flora Balear” de JL. Gradaille y J. Bonet.
En jardinería, este endemismo de la familia de las apiáceas o umbelíferas puede comportarse como tapizado creando una alfombra herbácea que nos puede llegar a cubrir un espacio interesante. También la podemos utilizar como planta para colgar y cubrir pequeños muros. Requiere poca agua, pero necesita un ambiente fresco con pocas horas de sol por la tarde y queremos que florezca bien.